No hay nada que le guste más a esta rubia que chupar una polla. El caso es que ya ha chupado tantas pollas que quería un cambio y sentir una polla diferente en su boca. Ese día salió a chuparle la polla a un desconocido que se encontró por el camino, pero antes pasó por delante de la granja y vio a ese caballo con esa enorme polla allí solo. Miró a su alrededor y no vio a nadie, así que no pudo resistirse a hacerle una mamada muy traviesa a esa polla gigante, que rápidamente se corrió en toda su boca.
- 170839